Cuando César Salinas llegó a la dirigencia del Tigre, tenía un perfil bajo, era el vicepresidente de la exitosa gestión de Kurt Reintsh, y cuando el barco comenzaba a hundirse, apareció como el salvador del Tigre.
En ese momento cambió su vida para siempre, primero al mando del club de sus amores comenzó a proyectar sus dos sueños, ver a su Tigre campeón y ser presidente de la Federación Boliviana de Fútbol. En vida cumplió ambos, quizás el que más disfrutó fue el primero, porque se dio en un contexto épico y con una apuesta personal grande.
En medio de la Copa Libertadores 2016, Salinas tuvo en sus manos la decisión de buscar un nuevo técnico. Entre un golpe de suerte y el destino se cruzó con César Farías que llegó el 20 de abril de 2016 a Bolivia y al día siguiente debutó en esa Copa Libertadores ante Sao Paulo con la misión de ganar, no se dio, pero la apuesta de César Salinas por César Farías era muy grande. Por eso, a fin de año y tras ir por detrás de su eterno rival todo el torneo, logró forzar una final que se tuvo que programar en plena Navidad. La dupla de los César-César festejó en la inolvidable final del 24 de diciembre de 2016 en el Hernando Siles.
Ese fue el momento soñado para Salinas. Luego la relación y la historia de Salinas-Farías siguió tan firme como lo recordó el DT en las redes a modo de homenaje a quien lo trajo al país y con quien trabajó hasta el último día de su vida.
-LA DESPEDIDA DE FARÍAS-
En recuerdo de Don César Salinas. QEPD. pic.twitter.com/puPjDdADeU
— César Farías (@dtcesarfarias) July 20, 2020
Luego de aquel título del 2016, los planes de don César Salinas ya eran otros, su mente comenzó a soñar con la Federación Boliviana de Fútbol, sitial que alcanzó un año y cuatro meses después; El 18 de abril de 2018 se convirtió en el presidente de la FBF, y aunque ese sueño le trajo más dolores de cabeza que satisfacciones, se dio el gusto de cumplirlo.
En una nota a Deporte Total, ya como presidente de la Federación y sentado en preferencia, dijo que su única misión al mando del fútbol boliviano era dejar una infraestructura para la Selección, encaminó su deseo, la Casa de la Verde comenzó a rodar, pero el proyecto quedó trunco por que en noviembre de 2019 Bolivia cambió abruptamente el Gobierno, que iba a ser el principal financiador de la construcción, luego vino la pandemia y Conmebol comenzó a consumir los recursos que podían salvar el proyecto, finalmente no consiguió el objetivo, la pandemia también apagó su vida, esa vida que cambió para siempre en el momento que decidió dejar su tranquila rutina de exitoso empresario para convertirse en el presidente de un fútbol dividido y en constante crisis.
