El equipo de la Villa Imperial no encuentra rumbo, ni siquiera el punto penal le da chance a levantarse ante San José, que aprovechó el mal momento anímico lila y se llevó los tres puntos con una victoria de 1-2.
Cuando el encuentro estaba empatado 1-1, el volante Maximiliano Andrada remató afuera, a los seis minutos del complemento. Y en el final, cuando la visita ya ganaba, Nicolás Bubas tuvo en sus pies, también a través de una pena máxima, siquiera la igualdad, pero tiró el balón al travesaño y con eso se esfumó la poca esperanza de los potosinos. Los cerca a 4.000 aficionados salieron enfadados insultando al técnico y a los jugadores.
San José fue la otra cara de la medalla y como visitante volvió a demostrar su poderío —el fin de semana igualó con Wilstermann en Cochabamba—. Anoche obtuvo una valiosa victoria que de alguna manera le permite recuperar los puntos cedidos en Oruro cuando cayó ante el Tigre.
Marcelo Gomes fue la figura no sólo porque marcó los goles visitantes, sino porque fue el conductor del juego. El volante hizo que la dupla ofensiva entre Carlos Saucedo y el argentino Carlos Neuman fuera una pesadilla.
Ferrufino repitió un esquema de juego afianzándose primero en defensa y apelando a ataques sorpresivos que surtieron efecto. A los 17 minutos, una combinación entre Saucedo y Gomes le permitió al brasileño convertir el primer gol del lance. Después soportó las cargas ofensivas del rival y el arquero Carlos Lampe estuvo seguro.
Aunque sobre el final de la etapa, Nicolás Bubas igualó para el local a los 43’ tras una serie de rebotes en el área de los orureños. En el complemento, el anfitrión entró en un descontrol desde que Andrada falló el penal y terminó de caerse anímicamente cuando Gomes marcó el segundo inmediatamente después, un gol que fue lapidario para Real.
Fuente: La Razón
