Cuatro días después del episodio de discriminación en Santa Cruz, Serginho rompió el silencio en conferencia de prensa para manifestar su postura. El brasileño confesó que pasó por su cabeza salir el país –dejó el campo de juego con esa mentalidad– y aseguró estar fortalecido de cara a la reanudación de la competencia oficial.
“Pasó lo que todos vieron en la tele: entré a hacer el calentamiento y comenzaron los insultos, de color de piel y todo, y durante todo el partido, cada que agarraba la pelota, se podían escuchar los sonidos imitando un macaco, un gorila. Está filmado y fue pasado para todo el país”, expresó el futbolista.
“Cuando llegué a mi casa, mis hijos se pusieron a llorar porque sabían lo que estaba pasando –continuó relatando. […] Cuando se toca a nuestra familia, tenemos que repensar todo; mi familia se quiere ir de acá, de Bolivia, pero yo me voy a quedar porque amo a este club”. Fue el final de su intervención.
