Foto: Marka Registrada
El año dejó en evidencia varios aspectos a mejorar en nuestro fútbol. El arbitraje, vacíos legales en el reglamento y las constantes deudas de los clubes con los futbolistas fueron los más recurrentes de este 2015, que se cerró con una sorpresa, que fue el resultado de un sólido modelo que debería ser tomado como ejemplo por todos los clubes.
En el primer semestre Bolívar había coronado un irregular campeonato con su segundo título consecutivo, de la mano de Xabier Azkargorta. El desafío era conseguir el Tricampeonato, y su principal contendiente parecía ser su eterno rival, que quería evitar a toda costa ser igualado por la Academia en el récord de títulos consecutivos.
Fue entonces que apareció un tercero en discordia. Un equipo que había escapado del descenso en la promoción y no era el candidato de nadie. Sport Boys surgió desde el fondo, y gracias a una buena planificación, una dirigencia seria y competente, y un ambicioso plantel consiguió el primer título de su historia, mostrando regularidad a lo largo de las veintidós fechas y siendo testimonio de que un buen trabajo lleva a obtener buenos resultados.