Blooming se complicó la vida jugando en su estadio. Al perder por 2-0, cedió mucho terreno en la lucha por la clasificación a los octavos de final y ahora tendrá que vencer no sólo a su rival de turno, sino también a las estadísticas.
Y es que, en sus cinco participaciones en Copa Sudamericana –tomando en cuenta esta edición– nunca ha robado siquiera un punto jugando fuera de casa. En 2008, 2009, 2012 y 2013, fueron todas derrotas para el conjunto cruceño.
En su debut, perdió contra el multicampeón paraguayo Olimpia por 4-2; al año siguiente, 2-1 contra el uruguayo River Plate; después, fue víctima de la Universidad Católica de Chile al caer por 3-0; y, en su última experiencia, pereció nuevamente a manos del River de Uruguay, esta vez por 4-0.
En esta ocasión, tendrá que vencer a Junior en Barranquilla por dos goles de diferencia –y no conceder ninguno– para forzar los penales, y por tres para clasificar directamente a la siguiente instancia y vencer a sus fantasmas del pasado.
