Un ‘jogo bonito’ ofensivo y un suplicio defensivo

Bolívar ganó en Venezuela gracias a sus refuerzos, pero sufrió hasta el final.
Foto: Club Bolívar / Twitter

Ahora sí, Bolívar tuvo su primera gran prueba, la aprobó. Festejó una victoria en el Agustín Tovar, estadio en el que la Selección fue goleada. Este miércoles la alegría es de los bolivianos y la tristeza, de los venezolanos. La Academia tuvo una diferencia notable a comparación de La Verde, se nutrió del jogo bonito de Brasil de mediocampo para arriba; pero para abajo el suplicio que pasa temporada tras temporada se mantiene.

Arrancó el compromiso y los fantasmas del pasado atormentaban al entorno Celeste. Deportivo Lara marcó un gran gol de camerín a través de un remate de larga distancia de Chirinos. Bolívar recibió el balde de agua fría para despertar. Por eso antes de la mitad de la primera etapa un centro preciso de Villamil acabó en la cabeza de Bruno Savio que se abrió espacio entre dos defensas.

Los Celestes jugaban mejor, los brasileros contagiaron su talento al equipo. Sin embargo, antes de la media hora una jugada a balón parada significó el desequilibrio local gracias al lateral Meleán. Luego el poder ofensivo pesó, Fernández parecía conocer de memoria a Da Costa y Savio. Justamente el zurdo llegó hasta línea final para mandar un globo a Da Costa. Este controló con pecho y disparó como un misil a tal punto que el portero no pudo controlarlo.

La confianza de la visita aumentó. Cinco minutos después Savio hizo un cortina que le permitió a Da Costa recibir el balón y definir al ras del piso. Fue su doblete. Ese festejo terminó siendo el desequilibrio final.

Para el complemento, Zago optó por cuidar el balón. De esa forma, los contrataques fueron los aliados de Bolívar; tuvo opciones claras, aunque no aumentaron al marcador. No obstante, los Celestes sufrieron más de la cuenta. Cada tiro libre, esquina o centro sucumbía la última línea; además algunos despejes eran cortos y los venezolanos mantenían la tensión. Al final, no hubo más goles.

Bolívar sigue invicto jugando Libertadores en Venezuela; el festejo es mesurado tomando en cuenta que quedan 90 minutos más en una semana solo que en casa, en el Hernando Siles. La oportunidad de pasar a Segunda Fase está en sus manos.

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