A Louis Van Gaal se la ha discutido hasta el punto de enojarlo la forma en la que decidió parar su equipo en este Mundial.
En su debut, terminó demostrando que jugar contra España, no era algo improvisado, le dieron vuelta un 0-1 y lo transformaron en un 5-1, fueron la primera gran sorpresa del Mundial, y a Van Gaal, se le siguió reclamando lo “defensivo de su juego”.
Cuando Holanda terminó la primera ronda ante Chile, ganando por 2-0, en plena conferencia de prensa le volvieron a criticar su juego -muchos medios ingleses, sobre todo- y este enojado les explicó que para él lo más importante es ganar, además su equipo era el más goleador de la primera ronda y el que más miedo metía en la fase de octavos, por su letalidad a la hora de anotar.
Holanda marcó su camino sufriendo de aquí en más, México lo estaba dejando fuera de octavos, pero en los dos últimos minutos anotó su nombre, con Costa Rica parecía inminente el paso del tiempo y el gol no iba a llegar, el juego ante los Ticos casi fue un monólogo Holandés, interrumpido por el gran Keylor Navas, la confianza de su rival para llegar a los penales era tal que trataron de aguantar los ataques naranjas -que hasta aquí, siempre mantuvo su línea de 5 atrás- y los pelotazos largos para sus delanteros, rápidos y punzantes en las salidas.
Así juega Holanda, así aguantaban los Ticos. Van Gaal se guardo dos cambios para el segundo tiempo de la prórroga, Huntelaar ingresó por un defensa, cambió el esquema por primera vez en el torneo. Pero la ecuación la seguía teniendo resuelta Navas.
Los penales parecían ser el paso de consagración para el arquero centroamericano, pero Van Gaal en el minuto 121, metió a Tim Krul, el arquero suplente, que no tiene un gran historial tapando penales -En Newcastel, tapó sólo 2 de 20 posibles- pero Van Gaal le dio la batuta de ser el hombre que cambie la confianza de todos. El DT naranja se jugó su plan en el arquero suplente, llegaron los penales y Krul no sólo adivino todos los penales, tapó dos y se fundió en un abrazo con el DT que le decía, “te lo dije” repetidamente.
Su cambio ganó el partido, y la prensa seguirá criticándolo por jugar con una línea de cinco, por abusar del pelotazo largo, pero Van Gaal hasta aquí es el que termina ganando.
