MOSCÚ. La Selección Rusa despertó una gran expectativa en su gente, nos comentaba un colega Ruso días previos al gran partido del Grupo A, que no es lo más habitual en un país que vive más alegrías con el hockey sobre hielo o con los deportes de invierno, o peor aún, con mucha más pasión los eventos musicales, teatreales que el deporte en general.
Pero la Copa del Mundo tiene eso, más aún si Rusia venía cumpliendo con su gente, no era un agente de relleno en el Mundial, era un anfitrión de lujo que prometía pelear el primer lugar del grupo ante “el poderoso e histórico” Uruguay. Rusia selló su primera clasificación a octavos desde que es un país independiente, y su gente sabe que este logro es importante, y al parecer en el campo de Samara, también fue un factor que jugó, porque se vio un equipo algo más relajado que en los otros partidos y un cuadro Sudamericano, al contrario, más metido, deseoso de no dejar que se le vaya el puntaje perfecto.
Luis Suárez con un gran tiro libre logró el primero, luego Diego Laxalt puso el segundo -aunque FIFA se lo dio a Cheryshev en contra, y que luego se fue sustituido por la expulsión de Smolov- y Edinson Cavani sellaron el definitivo 3-0.
Luego el partido siempre transcurrió en el campo que el cuadro de Tabarez eligió, a su ritmo y con sus tiempo, llevando así a Uruguay a lo más alto del Mundial con nueve de nueve posibles y esperando a su rival que saldrá del Grupo B, Portugal, España e incluso Irán, son opciones.
