La goleada atigrada fue un duro golpe para los chilenos. Y no sólo para Unión Española, sino también, en general, para la historia de su fútbol dentro de todos los torneos Conmebol.
No es la peor goleada sufrida por un equipo trasandino, pero es la mayor diferencia por la que un equipo boliviano se ha impuesto sobre ellos, superando al 5-1 de Bolívar sobre O’Higgins de 1984.
También es la derrota más abultada que ha sufrido Unión Española –que nunca había perdido en La Paz– en todas sus participaciones en torneos continentales.
Muchos reveses inesperados que llevaron al ámbito futbolero del vecino país a preguntarse por qué no logran hacer pie en la competencia más prestigiosa de Sudamérica a pesar de tener jugadores –y una Selección– altamente competitivos.
