La Academia terminó con sensaciones encontradas tras su debut con derrota en Conmebol Sudamericana. Por un lado, quedó satisfecha por haber conseguido un gol fuera de casa y consciente de que ganando por cualquier resultado en el choque de vuelta avanzará a la siguiente instancia. Pero, por el otro, la manera en la que encajó los goles la dejó golpeada.
Porque, durante la primera mitad, había sido ampliamente superior al conjunto colombiano –que, prácticamente, no había inquietado al argentino Dituro–, e incluso pudo haberse ido al descanso con una ventaja mayor a la que terminó materializando (1-0). Sin embargo, en el complemento volvió a caer en los errores defensivos que le costaron el último trofeo de la Liga, especialmente en las jugadas a balón parado.
El técnico San José no huye de ello, y al término del partido, en la habitual conferencia de prensa, sostuvo que “la pelota parada les había hecho más daño que el rival”, pero que Bolívar, en líneas generales, había hecho “un gran juego”. Y extrañamente, dichas afirmaciones, por contradictorias que parezcan, no están lejos de la verdad: Bolívar juega bien con la pelota y genera muchas ocasiones de peligro, pero parece otro equipo cuando le toca defender. Sólo el tiempo dirá cuál de esas dos caras prevalece.
