El Tanque fue eso, un verdadero arsenal de batalla en el campo de juego limeño, peleó todas las pelotas, bien escoltado por Ali Meza y Ronaldo Sánchez, batalló siempre, guapeó todas, peleó cuerpo a cuerpo por sostener el partido.
Cuando estaba cero a cero fue el capitán del mejor ataque Refinero, cuando estaban uno a cero abajo, fue quien se animó a llevar la bandera de la calma y la búsqueda del gol de la clasificación, cuando el partido estaba 3 a 0, y Oriente ya jugaba con nueve, seguía peleando todas las pelotas en el campo Crema.
Le faltó el gol, es cierto, pero fue el jugador que simbolizó un partido épico para Oriente, de lucha, de garra, hecho a la media de la fuerza charrúa que lleva Maximiliano Freitas.
