Bolívar a su ritmo ganó la batalla ante Always Ready

La Academia al principio convirtió el Siles en una pista de baile y acabó en un campo de batalla para la heroica victoria.
Foto: Agencia Marka Registrada

El Hernando Siles se llenó de energía Celeste tanto cuando fue una pista de baile como cuando fue un campo de batalla. Bolívar impuso su ritmo en ambos escenarios y ganó con una goleada de 3 a 0 a Always Ready por la décimo quinta fecha del Clausura.

El pitazo dio inicio a la fiesta de 45 minutos en el Hernando Siles. A los 6, Guitián filtró un pase para Uzeda que apareció por derecha, mandó el balón al centro antes que sobrepase la línea final y como en sus mejores momentos Bejarano fusiló la portería rival. Todo el entorno Celeste estalló de alegría.

Segundos después, Da Costa asistió a Martins que empujó la pelota, sin embargo, el VAR observó posición adelantada. Mientras Always intentaba entrar en ritmo, una jugada colectiva terminó en otro golazo de Roberto Carlos de volea. Era el segundo grito de alegría.

El tercero no tardó en llegar. Sávio solito lució sus mejores pasos. Tomó el balón, hizo una bicicleta, pasó de rival en rival, metió el pique y definió con un globito ante la barrida de Mosquera. Ya era goleada.

Al final de la primera etapa, Fernández y Medina disputaban la pelota, el de Always fue derribado y el árbitro le mostró la segunda amarilla al de Bolívar. De pronto, la fiesta se convirtió en una batalla. Sávio vio la roja directa por expresar su molestia al juez central. La Academia quedó con nueve jugadores.

Para el segundo tiempo, el gramado del Siles se convirtió en un campo de batalla. Zago decidió sacar a Da Costa, Uzeda y Guitián para incluir a Pato, Villarroel y Haquín. Bolívar prácticamente jugaba con una línea de cinco en el fondo y tres al medio. En Always Ready, entraron Valda y Arce.

La gente en las tribunas también jugaba, cada despeje y atajada eran motivo de festejo y aliento. Los jugadores corrían y se tiraban al césped, pues desde su percepción ganaban tiempo. El Millonario era impreciso, se encontraba con Cordano o como en cuatro ocasiones le daba en el palo.

Con siete de adición, se fue consumiendo el tiempo. La diferencia de goles pesaba en la parte anímica de Always Ready. Hasta que llegó el pitazo final que generó un alivio único, Bolívar ganó la batalla ahora es segundo y está a un punto del primer lugar.

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