Del miedo al descenso a la gloria de América

Nunca el abismo y la gloria estuvieron tan cerca de Boedo. Nunca un equipo pasó del infierno al cielo en tan poco tiempo.

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Nunca el abismo y la gloria estuvieron tan cerca de Boedo. Nunca un equipo pasó del infierno al cielo en tan poco tiempo. Hace apenas dos años, San Lorenzo miraba de reojo al Nacional B; hoy es campeón de América. Así de increíble, así de soñado.

Porque San Lorenzo no se había salvado del descenso: había caído más bajo que si estuviese trastabillando en la primera B Nacional tras la hecatombe institucional que vivió apenas conservó su lugar en Primera, en julio de 2012, tras superar en la Promoción a Instituto, un lugar al que llegó tras la estrepitosa caída de Banfield, que terminó en descenso directo, un lugar al que el Ciclón parecía sentenciado. Incluso, en Boedo, a mitad de campeonato, le quitaron a Quilmes a Ricardo Caruso Lombardi, el salvador que terminó logrando el objetivo.

Tras un pobre Clausura 2012 con 25 puntos -en las últimas dos fechas estuvo muy cerca, incluso, del descenso directo-, el Ciclón debió sufrir en la Promoción ante Instituto. Ganó en Córdoba y empató en Boedo y se salvó.

Pero eso fue sólo tapar el sol con la mano. El equipo seguía en Primera, pero el club estaba devastado. Un pasivo millonario (170 millones de pesos), éxodo de jugadores, un DT sin apoyo (Caruso Lombardi), un presidente que renunciaba en medio del caos (Carlos Abdo), un empresario e hincha reconocido que amagó con presentarse a presidente y quitó parcialmente su apoyo (Marcelo Tinelli), presiones de los violentos de la barra y un plantel que no sabía cómo encararía el próximo semestre… con unas elecciones en el medio.

San Lorenzo llegó a situaciones tan bajas que hasta un potencial refuerzo como Gonzalo Rodríguez decía sobre San Lorenzo: “Es un club que casi no tiene ni presidente y es un caos actualmente, por lo que ahora mismo no pienso en irme ahí.”

Quizás Abdo fue durante un año y medio la síntesis de desaciertos, grotescos, polémicas y confusiones, pero la crisis era mucho mayor. La renovación era una urgencia: tras tomar el bando interinamente, Matías Lammens asumió como presidente del club de Boedo tras ganar las elecciones junto con Tinelli (vice), en septiembre de 2012.

La reconstrucción se avizoraba: en ese Torneo Inicial, con nueva conducción y nuevo entrenador (Juan Antonio Pizzi), San Lorenzo finalizó 11°. Luego vendría un gran Final 2013 (4°) para armar la base de lo que sería el campeón del segundo semestre de ese año. Con incorporaciones como Cauteruccio y Ortigoza, más la solidez de algunos jóvenes del plantel como Kannemann y Correa, el Ciclón volvió a ser campeón en la Argentina tras seis años.

El título del Inicial le permitió jugar la Copa Libertadores 2014, aunque con un DT nuevo porque Pizzi se marchó a Valencia. Llegó un experimentado Patón Bauza -campeón de la Copa con Liga de Quito- para hacer historia y elevar por primera vez a la cima de América a un equipo que había tocado las puertas del infierno apenas dos años antes.

Fuente: CanchaLlena.com.ar /

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