Eusebio, ‘La Pantera de Mozambique’

“Para mi Eusébio siempre será el mejor jugador de todos los tiempos”. La reflexión de don Alfredo Di Stéfano es extensible al pensamiento de muchos…

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Aquel espigado y veloz jugador que deslumbró en la década de los 60 se convierte hoy en un recuerdo mágico y eterno. Eusebio nos deja, pero sus increíbles momentos sobre un terreno de juego quedarán para siempre.

La carrera de Eusebio ya se presumía irrepetible en sus inicios. Su llegada a Europa estuvo cargada del misticismo y la emoción que suele acompañar a las grandes figuras. El gran Béla Guttman llegó a viajar a Mozambique, tierra natal de ‘La Pantera’, para convencer a un jugador que ya se había comprometido con el Sporting de Portugal.

Con 17 años, Eusebio fue embarcado casi a escondidas en el aeropuerto de Maputo rumbo a Lisboa. Allí, el Benfica lo ocultó en una pequeña estancia de El Algarve bajo un nombre falso. Toda precaución era poca para asegurarse al futbolista y evitar que acabara en el Sporting de Portugal.

Con un sueldo poco acorde a sus méritos deportivos hasta entonces, Eusebio pronto demostró que el fútbol estaba ante la aparición de un futbolista distinto. Capaz de hacer los 100 metros en once segundos, ‘La Pantera’ era potencia y habilidad, velocidad y definición. Poseía un cañón en su pierna derecha, un arma letal con la que marcar diferencias. Con sólo 18 años, Eusebio deslumbró el día de su debut en París. Ante otro grande como Pelé, ‘La Pantera’ salió al campo con 3-0 abajo en el marcador. Con una osadía insultante, la perla de Mozambique anotó un ‘hat-trick’ que ni siquiera los goles posteriores de ‘O Rei’ lograron borrar.

Eusebio, ‘La Pantera de Mozambique’

A partir de ahí, una carrera imparable que le llevó a convertirse en el mejor jugador de Europa y en todo un referente para Portugal. Ganó once campeonatos de Liga, cuatro Copas de Portugal y una Copa de Europa. Capaz de destrozar en la final a un equipo de época como el Real Madrid de Di Stéfano. Y pese a todo, con una humildad fuera de lo común. En uno de los dos goles que marcó en aquel encuentro, ‘La Pantera’ solicitó con timidez a su compañero Coluna que le dejara lanzar una falta.”Déjeme lanzar este tiro para que pueda marcar”, le espetó. Timidez que perdió a la hora de ejecutar aquel mágico lanzamiento.

Eusebio era una máquina de hacer goles. Fue máximo artillero del campeonato luso hasta en siete ocasiones y conquistó dos Botas de Oro (1968 y 1973). Anotó 320 tantos en 313 partidos de Liga con el Benfica y su tremendo olfato fue puesto al servicio de Portugal para la Copa del Mundo de 1966, donde Eusebio fue el gran protagonista.

El Mundial de Eusebio

“Aunque perdimos la semifinal, el fútbol portugués fue el auténtico ganador”, sentenció Eusebio años más tarde. Portugal participaba por primera vez en un Mundial y firmó su mejor actuación hasta la fecha. Inglaterra le apartó de la soñada final. Sin embargo, de aquella cita se recuerda la exhibición de La Pantera ante Corea en cuartos de final. Eusebio acabó el torneo con nueve tantos, cuatro de ellos en aquel partido que Portugal iba perdiendo 0-3.

“Creo que a Eusebio no se le puede comparar, para mí es el rey”. La afirmación viene de otra voz autorizada en el fútbol portugués: Luis Figo. No es de extrañar, por tanto, que la figura de Eusebio en bronce dé la bienvenida al estadio Da Luz. Él fue esa luz que iluminó Lisboa, Portugal y el mundo entero durante la década de los 60. Hoy nos quedamos sin el Eusebio persona, pero el Eusebio mito permanecerá inalterable con el paso de los años.

Fuente: Marca.com

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