La historia del escenario del debut Atigrado

La coyuntura obligará al tricolor brasileño, jugar en el estadio municipal de la ciudad y no en su histórico estadio Morumbi. El cambio de césped que realizan en la cancha del Sao Paulo, lleva el debut de Copa en el grupo 3 al estadio con una de las arquitecturas más lindas del Continente.
Foto: Late!
Foto: Late!
Foto: Late!

La coyuntura obligará al tricolor brasileño, jugar en el estadio municipal de la ciudad y no en su histórico estadio Morumbi. El cambio de césped que realizan en la cancha del Sao Paulo, lleva el debut de Copa en el grupo 3 al estadio con una de las arquitecturas más lindas del Continente.

El estadio Paulo Machado de Carvalho, más conocido como el Pacaembú, a primera vista en su entrada principal se parece más a un Coliseo Romano que a una cancha de fútbol. Fue inaugurado en 1940 por el presidente Getulio Vargas y en aquel momento fue reconocido como el estadio de fútbol más cómodo y moderno de Sudamérica. Tenía una capacidad para 70.000 espectadores y fue una de las sedes del Mundial 50. Allí, Brasil empató 2-2 con Suiza y Uruguay jugó sus dos primeros encuentros de la fase final.

El barrio Pacaembú es uno de los más bonitos de Sao Paulo y está justo arriba del estadio, que se encuentra en una especie de pozo. Uno accede a la zona residencial por dos calles ascendentes que se encuentran a los costados. Allí viven algunas de las familias más acaudaladas de la ciudad, que en ocasiones se quejan de tener tan cerca un escenario de la importancia del Pacaembú. Es que allí se han disputado decenas de finales del Paulista, definiciones de Libertadores y grandes clásicos regionales.

En sus entrañas además tiene el Museo del fútbol, una cita obligada para los amantes de este deporte. Entradas, afiches, pelotas, pósteres, merchandising, álbumes de figuritas, historietas, golosinas y publicaciones de todas las épocas en un excelente estado de conservación permiten revivir hazañas y fracasos.

Si bien tiene una visión, si se quiere, hasta parcial del fútbol, con mucho hincapié en las conquistas locales y poco sitio para las grandes estrellas internacionales, también deja un lugar para la autocrítica. La prueba más acabada de esto es el espacio destinado a recordar el Maracanazo de 1950, que muestra claramente cómo se vivió esa derrota en la población y el estado de ánimo en el que cayó el país tras la victoria del seleccionado uruguayo.

Total
0
Shares
Related Posts