MOSCÚ. Tras varios días de extrema seguridad, y rigurosos controles llegó el esperado debut. La Copa del Mundo se puso en marcha tras una corta ceremonia inaugural, que fue más similar a un show de medio tiempo de Superbowl que a una inauguración de unos Juegos Olímpicos, y creo que cumplió su objetivo, darle el protagonismo central al fútbol.
Que tampoco lució sus mejores galas en Luzhniki, porque Rusia tuvo que hacer muy poco para superar de manera amplia y contundente a una Arabia que apostó todo sus tres estrellas y no tuvo respuesta o un plan B, que si tuvo Cherchesov.
Porque a pesar de encontrarse en ventaja de manera tempranera, Rusia no se conformó con el gol de Gazinskiy, y tampoco se desarmó anímicamente ante la lesión de Dzagoev. Ingresó Cheryshev -el único ruso jugando en España- y anotó el segundo aprovechando todas las facilidades Árabes. Luego el tercero fue otra vez una soberbia superioridad aérea con Dzyuba -y en la primera pelota que tuvo la mandó a guardar- luego el partido transcurrió en lo rutinario, Rusia se sacó la presión con una goleada y dos golazos más de Cheryshev y Golovin, entonces el Mundial comenzó con la fiesta que merecía, siendo la pelota la principal protagonista.
