El término podrá ser nuevo en el argot futbolístico, pero la posición es bastante antigua. Es esencialmente un delantero que se retrasa bastante, es decir, se queda en el centro del campo en lugar de estar cerca del área grande.
Por qué del nombre
En los días de la numeración tradicional, el delantero centro usaba el número 9.
De manera que cuando el jugador que llevaba el número 9 en su camisa no ocupaba la posición en el campo que se suponía debía tener, no era más el “verdadero 9”.
¿Cuándo se utilizó por primera vez?
En la década de 1930 la selección austríaca era conocida como el Wunderteam, y lideraba el equipo el delantero centro Matthias Sindelar, que jugaba retrasado. Luego estaba el gran equipo húngaro de los años 50 con Nandor Hidegkuti como el atacante que se quedaba en el medio. En los últimos tiempos, el ejemplo más cercano es Francesco Totti en la Roma del 2006/2007, dirigido por Luciano Spaletti.
La moda
Después del éxito de Totti como falso 9, muchos técnicos comenzaron a experimentar con la posición en toda Europa. Sir Alex Ferguson probó una formación sin atacantes con Tevez, Rooney y Ronaldo; Arséne Wenger mandó a Robin Van Persie a cubrir ese rol. Finalmente fue Lionel Messi quien bajo el mando de Pep Guardiola lo jugó a la perfección: con su habilidad para quedarse atrás y poner pases quirúrgicos, el argentino fue vital para destrozar la defensa del Real Madrid. El 5-0 de noviembre de 2010 fue el pico de rendimiento del Barça de Guardiola. Pero fue la España de Vicente Del Bosque en la final de la Euro 2012 la que en definitiva le dio al “Falso 9″ un estatus oficial, convirtiéndolo en un estándar; fue cuando la gran mayoría de aficionados al fútbol finalmente conoció esta táctica. Cèsc Fabregas, mediapunta puro, jugó como delantero centro ante Italia en la final y como ya todos sabemos, resultó ser un éxito.
Por qué funciona tan bien
Generalmente a un centro delantero tradicional (9) uno de los centrales del rival lo sigue y el otro lo cubre, pero con el falso 9 ambos defensas al ubicarse en el campo quedan libres. Esto los confunde y siembra dudas en si seguir al 9 hasta el medio o mantener la línea defensiva de cuatro. Tomemos el ejemplo del Barcelona 5 – Real Madrid 0:
En los tres goles de ejemplo, Messi está marcado con un círculo rojo y los centrales, Pepe y Carvalho, con círculos negros. Las tres fotos muestran la asistencia del gol. En todos los casos, los defensas no están ni marcando a Messi ni en posición de detener a los anotadores (Xavi y Villa dos veces).
Messi en realidad es un ejemplo especial, realmente a veces no se le puede llamar táctica a lo que hace. Genera profundidad, abre espacios, encuentra a su compañero, entra al área y ejecuta la jugada. Es importante decir que en este partido no marcó, pero su aporte estratégico fue vital.
Cómo se contrarresta al falso 9
Generalmente un 4-2-3-1, una línea bien retrasada y un buen doble pivot no le dejarán mucho espacio al falso 9. El espacio delante de la defensa parecerá muy poblado y al no hallar el equipo atacante un blanco en el área, se encontrarán continuamente chocándose contra una pared defensiva. Esta táctica, llamada “estacionar el bus” (o el avión, en el caso del Chelsea campeón de la UCL 2012), probó ser exitosa en repeler al falso 9. Otra forma es permitir que un central se quede con él y lo marque a lo largo del campo, esperando que los otros 3 mantengan la línea de defensa. Que un centrocampista o que un extremo juegue como delantero no quiere decir que sea un Falso 9: mucha gente pensó eso cuando Andre Schürrle (Chelsea) jugó como delantero ante el Manchester United, cuando era un delantero centro buscando abrir espacios detrás de Vidic y Ferdinand.
Los goles del Barcelona 5 – Real Madrid 0:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Ma_mJ0lwVLs[/youtube](Traducido de The False 9)
