La Copa del Mundo terminó con una final con muchos goles, algo poco habitual en las últimas ediciones. Pero pese a esto, no pudo batir el récord de más goles anotados: quedó a dos tantos.
Con el tanto anotado por Mario Mandzukic para el definitivo 4-2 del partido final, el Mundial terminó con 169 goles anotados, dos menos que el récord de los mundiales de Francia 1998 y Brasil 2014.
En lo que sí se batió la marca es en goles en contra: con el tanto del mismo Mandzukic en su propia portería, sumaron 12 en los 64 partidos, algo que dobló la cantidad de cualquier Copa del Mundo.
Además, el delantero croata fue el primer jugador en marcar un autogol en una final de la Copa del Mundo.
