Cinco triunfos consecutivos para llegar a la cima

es el único líder del torneo, se da el lujo de ser el primero en esta nueva normalidad.
Foto: Agencia Marka Registrada
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Desde que llegó al Tigre, Alberto Illanes no sabe de derrotas. Con poco tiempo de trabajo ya tiene tres triunfos en el bolsillo, dos antes de la pandemia y uno al volver; Antes suma dos triunfos más con Raúl Orozco, esos cinco triunfos catapultaron al Tigre a la cima del campeonato.

El golpe clave fue el partido pendiente que tenía con Oriente. El último juego antes de la cuarentena. El equipo de Illanes ganó en Santa Cruz y aprovechó el empate de Bolivar y Wilstermann. Con ese triunfo alcanzó la cima compartida con Always Ready.

En el regreso del campeonato, el Tigre volvió a ganar, y aprovechó el tropiezo de Always con Nacional, ahora es el único líder del torneo, y aunque todo sigue muy comprimido en la cima, se da el lujo de ser el primero en esta nueva normalidad.

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Agónico y emotivo empate en el Capriles

El equipo Rojo no pudo aguantar, parecía que liquidaba el partido con dos goles muy cerca del final, pero Martín Palavicini -goleador del campeonato- anotó un doblete ya con el tiempo adicional e igualó el partido de manera increíble. El encuentro tuvo de todo, goles tempraneros, goles sobre la hora, emoción de inció a fin, porque Marcelo Bergese fue el primero en festejar a tres minutos del inicio del partido, pero la U esta en un momento dulce de sus goleadores, Juan Eduardo Fierro anotó el primer doblete de la noche, dos golazos además a los once y los quince puso en ventaja al cuadro visitante. Wilster pudo volver a poner el partido en igualdad antes del descanso, un penal que Edivaldo Rojas anotó para ir con el 2 a 2 al complemento. Ya en el segundo tiempo Wilster dominó, llegó más pero perdonó mucho, recién a diez del final los Díaz anotaron sus goles de cabeza, primero el uruguayo David Díaz, luego el tarijeño Óscar Díaz, ambos pusieron un 4 a 2 a menos de dos minutos del final que parecía definitivo. Pero Vega jugó su carta goleadora, ingresó Martín Palavicini y encontró el descuento ya en los 92 minutos de juego. Casi inmediatamente después se fue mano a mano con el arquero Rojo y cayó derribado, penal, que cambió por gol a los 94 para decretar el agónico empate a cuatro.