Muy táctico, así fue el juego entre Julio César Baldivieso y Xabier Azkargorta, distanciados hasta hace poco por la coyuntura de la selección.
Pero hubo saludo, risas e intercambio de buenos deseos, y en el partido siempre hubo un estudio mutuo, ambos planteles cumplieron las disposiciones de sus entrenadores, pero les faltó el gol.
Wilstermann jugó con un hombre menos gran parte del segundo tiempo, pero Bolívar no pudo hacer diferencia en la profundidad, Baldivieso paró a su equipo atrás y en las salidas rápidas pudo encontrar alguna chance, pero sin suerte, el partido terminó en tablas y sin goles.
“Creo que más ganar un punto, perdimos dos”, dijo el Bigotón al salir del Capriles, mientras que Baldivieso al ser preguntado si el alumno gana al maestro fue claro, “El único maestro en mi vida, fue mi padre”.
