Cambia, todo cambia…. sobre El Clásico del Mundo

El Real Madrid volvió a ganarle a Barcelona, lo hizo con un equipo “alterno” y por La Liga.

 

real barca

El fútbol no es sólo un juego que se juega con los pies, y estos dos equipos son de los que mejor usan la mente, este Clásico se ha convertido en un duelo de poder mental. Para explicarlo hago una analogía de lo que ocurría hace algunos años en el tenis; Roger Federer es el mejor tenista de la historia, pero cuando tenía en frente a Rafael Nadal, algo cambiaba, Rafa siempre buscaba superarlo, no se daba por vencido nunca, hasta que se le hizo invensible. Algo de eso pasó con este Barcelona – Real Madrid.

Contemporáneos nosotros de este duelo que paraliza al mundo, pudimos ver como los de Cataluña ganaban caminando todos sus partidos, incluidos los clásicos españoles, pero eso cambió. Desde la llegada de Mourinho comenzó a desgastar la casa blaugrana. La salida de Pep, fue su primera victoria. Luego una y otra vez, probando una y otra forma -hasta que el año pasado encontró la fórmula- hubo un ícono de cambio, fue Pepe (ese jugador brusco) conocido por ser un jugador “mala leche”, ese fue el símbolo del cambio de mando, es el jugador más aplaudido en el Bernabeú en los clásicos.

Los blancos comenzaron a amedrentar mentalmente a un equipo, paciente que se divertía en campo, los madridistas, cambiaron la diversión de Messi y compañia, por incomodidad, por molestia, por volver a esos clásicos duros, con golpes, con roces, con trifulcas, terreno que este Barcelona miraba de lejos y no quería meterse. Ahora las patadas van y vienen de ambos bandos, el juego esta en el terreno que el Real quería.

La rivalidad es tremenda y la impotencia ahora es blaugrana. El año pasado ya se advertía con aquella Supercopa Española, que la superioridad del Real había sigo abrumadora, algo cambió, fue el cambio de posta del mejor equipo del mundo al entrenador con más poder mental del mundo. Incluso en medio de problemas internos este Real Madrid encuentra estabilidad frente a los rivales eternos.

En cinco días el Real Madrid le ganó dos partidos seguidos a Barcelona, y a pesar que la diferencia en la Liga sigue siendo de trece puntos entre ambos, no pasa desapercibida que en una semana le ganaron en casa y de visita, además la forma como terminó el juego en el Santiago Bernabeú. Real se aprovechaba de la vulnerabilidad con la que terminó jugando el Barca, que terminó yendo encima del arbitro del partido, por un penal no cobrado (que existió). Imágenes que antes eran exactamente iguales pero inversas, son símbolos, son señales, son confirmaciones que en el mundo del fútbol nada es para siempre, cambia, todo cambia.

 

 

 

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