(Jorge Gonzales). Descontando el barro nauseabundo de la media cancha en la transacción de la venta de Neymar al Barcelona, en la que el ex presidente del club catalán, Sandro Rosell, fue pieza central guardando para sí millones de dólares, lo más grave, hablando del fútbol dentro de la cancha propiamente dicho, es que Neymar jugó por el Santos la final de la Copa Mundial Inter Clubes, en diciembre del 2011, ya siendo prácticamente jugador del Barcelona.
Antes de esa final, la empresa N&N (Neymar & Neymar) creada por el padre de Neymar para administrar la carrera del jugador, recibió del Barcelona 10 millones de euros, como adelanto de un total de 40 millones que finalmente ganó, referentes al casi el 50% del precio total de la venta (86,2 millones de dólares).
Raro, muy raro, pero Neymar no jugó nada en esa extraña final en el que Santos fue humillado por 4 a 0 y mereció la medalla de sub campeón.
Lo que se sabe es que fueron exactamente de esos 10 millones de euros que se beneficiaron el entonces presidente del Barcelona, el papá de Neymar y el intermediario Melquiades (foto).
Y lo que se deduce de todo ese lodazal es que el Santos fue gambeteado brillantemente, tal cual Neymar hace con sus adversarios en la cancha.
