La pelea pactada a diez asaltos en el Coliseo Don Bosco de la ciudad de La Paz, tenía ambiente de clásico, un rival chileno, como es José Pancora Velázquez con sed de revancha y al frente el gran crédito boliviano como es Ramón Sugar Averanga.
La lucha fue la secuela de la pelea realizada en El Alto en agosto de 2022, pelea que fue observada por el chileno y que la Organización Mundial de Boxeo tuvo un fallo salomónico de imponer la revancha un año después en La Paz.
En ese contexto se dio la lucha, donde ambos boxeadores mostraron mucha categoría, algo que hace rato no se veía en La Paz, una pelea de mucho nivel, con mucha intensidad. Ramón se impuso en los primeros tres asaltos, pero cambió todo luego, Pancora comenzó a mostrarse más completo físicamente, y comenzó a jugar mentalmente en el ring, metió dos uppercuts que entraron de lleno en Sugar y la cosa se complicó.
En el sexto asalto voló por el coliseo el protecto bucal del boliviano tras un golpe recto, y el juez no se percató. La gente de la esquina azul se volvió loca hasta hacer dar cuenta al juez del suceso, pero mientras Pancora pegó duro.
Ya para el séptimo y octavo asalto la cosa era distinta, Velázquez ya tenía ventaja en los puntos y salió decidido a buscar al KO, lo consiguió en el noveno, donde Sugar no pudo más. Incluso al salir el boxeadoe boliviano sufrió una descompesanción que lo llevó a convulsionar. El cinturón ya está de nuevo en manos chilenas, y Sugar -por suerte- se recupera en una clínica de La Paz, sabiendo que perdió uno de sus tres grandes títulos.
