El Conejo tuvo su primera gran ovación en esta temporada, Juan Carlos Arce llevó el cinto de capitán de la Academia, sin Nelson Cabrera, sin Walter Flores, él tomó la posta y lo hizo con una interesante voz de mando en el equipo.
Fue el volante por derecha, anotó el segundo gol, asistió a Juan Miguel Callejón en el cuarto gol, y cuando le tocó se retrasó para ser el primer volante de marca, jugó de todo, estuvo en las dos áreas, tuvo palabras para acomodar a Oscar Baldomar cuando ingresó algo perdido en el campo, Arce, fue el corazón de la Academia en un buen partido del equipo con un capitán que inspiró en todo momento.
Los seis goles, fueron en parte por la suma de la efectividad en varias pelotas paradas, dos penales, dos tiro libres, y en las dos jugadas que tuvo la pelota en movimiento, el Conejo tuvo mucho que ver, el pase para Callejón en el cuarto gol y su jugada de “salonista” en el segundo gol lo mostraron como el jugador completo que es, una tarde redonda para un jugador de todo terreno.