Parecía que iban por la épica, Wilster pudo ganar en el Allianz Parque de Sao Paulo, pero Palmeiras empujó tanto que en el minuto 95, Yerry Mina encontró el único gol en la última jugada del partido.
De Olivars a Cabezas, todos habían cumplido bien en el Rojo, en algún momento del juego, hasta tuvo las más claras ocasiones de gol y el mejor dominio de la pelota, jugó con el corazón, con la cabeza y con la pelota, pero cometió un sólo error, permitir que Palmeiras encuentre aire con muchas faltas cerca de su arco.
Ese fue el pecado del Rojo, claro además de perdonar las que tuvo en el arco de Pras; Cabezas, Olego, Rudy, todos perdonaron y lo terminaron pagando. El árbitro dio seis minutos de adición -una exageración- y cuando habían aguantado los primeros 94 minutos, una falta de Omar Morales le dio la última al Porco, la pelota suelta que iba y venía sin salir del área, terminó cayendo en el pie izquierdo del mejor hombre del campo, Mina, la empujó y en el minuto 95 y algunos segundos más, se le fue el partido de las manos al Aviador que a pesar del resultado tuvo un gran partido.
-LA FIGURA-
Yerry Mina, no sólo porque hizo el gol, si no que fue el bastión de Palmeiras que no le permitió perder el juego ante Wilstermann, fue el único que se plantó atrás y que llevó el equipo en el hombro hasta el último minuto para anotar el gol del triunfo.
-LA SINTESIS-
-LO QUE VIENE-
