Comenzó arengándose tras perder el Clásico Paceño, luego vinieron algunos problemas internos que unieron al grupo.
Ahora, con la dirigencia que saldó deudas, y el equipo que viene en levantada, lleva dos triunfos consecutivos, ante rivales directos. Con el gol de Abel Méndez a los cuatro minutos de empezado el partido en el Tahuichi, el Tigre aseguró tres puntos vitales para manternese vivo.
Alcanzó la línea de Blooming y espera por otro rival directo, Bolívar. El Tigre vive con la presión de no poder ceder puntos, pero esa presión lo fortalece y ahora es un temible rival para los punteros a los que debe enfrentar en el Siles.