MADRID. No hay entradas, no hay calma, los bares, restaurantes explotan, en el metro se escucha más inglés que español, Inglaterra ha invadido a Madrid, la Capital del Fútbol ha colapsado y los madrileños se miran asombrados con la cantidad de cerveza que está circulando, es que es un día muy caluroso y el camino al Wanda Metropolitano es largo.
El estadio que se estrena como escenario de una final de Champions está más cerca de Barajas que de el centro Madrid, por eso el ambiente era pobre al comenzar el día, más curiosos y aficionados en busca de tickets que hinchas. Ellos estaba todos en la ciudad, tomándose Madrid, literlamente en litros de cerveza.
Los fan fest de ambos equipos han colapsado también, el del Livepool en la Plaza Felippe II quedó chico, la gente comenzó a ganar las calles aledañas al sector, ya sin chace de ver el partido en pantalla. Con el Tottenham va a pasar algo similar a la hora del partido, la Plaza Colón quedará chica, la capacidad del Wanda no dio abasto para una final historia, dos equipos de un país con mucha pasión y tradición se juegan toda la temporada en 90 minutos, y aunque los ingleses son cautos y hablan del fifty-fifty, el gran favorito es el Liverpool, no sólo por lo que hizo en la temporada, sino, por su tradición copera, aunque claro, es cierto, los Spurs se juegan su nueva historia, es su primera final y van por todo, quizás si tienen razón con el fifty-fifty.
