La mutación de Bolívar en estos seis meses

Enero de 2017, comenzaba la pretemporada de Bolívar y de repente, era un día de sensaciones encontradas en Bolívar, porque mientras en la sala de conferencia de prensa se mostraban las caras nuevas del equipo, en el campo de Tembladerani se despedían varios “peso pesados” de la plantilla.
Foto: Agencia Marka Registrada
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Enero de 2017, comenzaba la pretemporada de Bolívar y de repente era un día de sensaciones encontradas en Bolívar, porque mientras en la sala de conferencia de prensa se mostraban las caras nuevas del equipo, en el campo de Tembladerani se despedían varios “peso pesados” de la plantilla.

Una especie de mutación Celeste, se fue al Medio Oriente -la gran estrella de la Academia en los últimos dos años- Juan Miguel Callejón. Se iban despidiendo de sus compañeros José Luis Sánchez Capdevila, Rudy Cardozo y Hugo Bargas. Gastón Cellerino ya ni siquiera había vuelto a La Paz para acompañar a sus compañeros en diciembre de 2016, todos dejaron el club y el vestuario mutaba radicalmente.

Entraban por la puerta Celeste de Tembladerani Matías Dituro, Ronnie Fernández, Gastón Sirino, volvía William Ferreira y se sumaba Ronald Raldes, tres nombres conocidos en Bolívar y Bolivia.

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-EL ARCO-

Dituro con pasado en equipos del valle -conocido por el récord mundial de contener penales- era el primer cambio cantado en el equipo Celeste versión 2017. El peso del partido en Warnes recayó en la espalda del joven Diego Zamora que tuvo que suplir al lesionado Romel Quiñonez. Matías le dio una seguridad en el arco que Bolívar no tenía el pasado semestre.

-LA DEFENSA-

La defensa mutó por completo, Ronald Raldes con toda su jerarquía consiguió darle una su solidez en el fondo que fue clave para consolidar la dupla con Luis Gutiérrez, un viejo conocido suyo y que había jugado poco el pasado semestre. Edemir se consolidó como lateral derecho y Jorge Flores por izquierda, los cuatro jugador casi todos los partidos del torneo.

-EL MEDIO CAMPO-

El medio campo es el que menos cambió, aunque de a poco Justiniano se fue transformando en una pieza clave, bien resguardado por Leo Morales y sobre todo Mauricio Prieto, que pasó a ser el principal comodín de Beñat, un jugador que cumplió siempre. Entre los tres, Justi, Prieto y Morales, fueron el equilibrio perfecto en la nueva idea de Beñat, poner mucha gente arriba y consolidar esa línea de cuatro al fondo, a ellos en algunas fechas aunque intermitente se sumó Maygua, que tenía la 10 en la espalada, esa que dejó Rudy.

-LA DELANTERA-

Acá estuvo el principal cambio de este Bolívar, el volumen de juego en ataque que propuso Beñat en La Paz. Ronnie Fernández fue el más constante de todos -y es un jugador de otra Liga- con mucho fútbol permitió que su equipo sea contundente de local. Con un Gastón Sirino que tuvo un comienzo explosivo como goleador; Juan Carlos Arce -capitán indiscutido del equipo- acoplándose a la idea, y con dos delanteros que cumplieron su rol, Ferreira y sobre todo Fierro. Todos rotaron y todos cumplieron bien sus funciones, otro gran cambio de este Bolívar, tener una idea a la que todos se acomodaron cuando tuvieron su chance.

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