El inicio de Copa Libertadores para el campeón boliviano dejó un saldo favorable, triunfo, y con un gran partido en las espaldas que le permiten soñar con dar el primer paso y clasificar a la segunda fase el próximo jueves en La Paz.
La ventaja de dos goles que le dieron Alejandro Chumacero y Matías Alonso, no sólo le dan la confianza y alegría a la familia atigrada, si no que significó el concretar un resultado histórico para el Tigre en el Centenario: Nunca antes un equipo atigrado había ganado en Uruguay, nunca antes un equipo boliviano había ganado en el Centenario, y este significó el segundo triunfo de la historia de un club de nuestro país en suelo charrúa.
Antes, según cuenta el estadista Victor Quispe, sólo Bolívar había ganado ante Peñarol por un gol, ese partido se jugó en el Dr. Atilio Paiva Olivera, de Rivera. Por eso es que el Tigre logró por primera vez un triunfo boliviano en el Centenario a nivel de clubes. Además, Alejandro Chumacero y Matías Alonso, rompieron una sequía de 17 años, porque el 2000, fue el último grito de gol nacional en suelo oriental, Limber Gutiérrez jugando para Blooming en el 2 a 1 ante Peñarol.
Toda una carga histórica en este triunfazo del Tigre, que además, lo más importante, se lleva a La Paz, medio cupo a la segunda fase de Copa Libertadores, donde espera Atlético Cerro de Uruguay o Unión Española de Chile, gran paso, firme y con mucha contundencia del equipo de César Farías en el mítico Centenario.
