James Rodríguez, Juan Cuadrado y Radamel Falcao, con el rutilante Carlos Bacca y Teo Gutiérrez esperando en la banca. Esas fichas con nombres impresionantes tenía José Pekerman para la apertura del grupo C frente a una Venezuela que, recordemos, fue semifinalista en 2011. Por ello es que los dirigidos por San Vicente no tenían razones para amilanarse y en verdad no lo hicieron.
Rancagua estaba pintada de camisetas amarillas y todo era fiesta en las tribunas. En el 1T Colombia quiso imponer condiciones aprovechando la virtual localía, pero el freno llegó pronto. La labor de defensa, contención y salida venezolana fue impecable, a tal punto que la tortilla se volteó lo necesario como para que el mapa de calor se traslade al campo colombiano, ya que Arango y Guerra apoyaban las subidas de Rondón y Seijas. Los vinotinto tenían menos la pelota, pero la administraban con inteligencia, mientras Falcao y cía. no salían de su desconcierto.
Cuadrado, el gran creativo colombiano en el Mundial, jugaba muy abajo y gravitaba poco en el ataque. Falcao y James generaban peligro pero al cierre siempre hallaban a un monumental Vizcarrondo o al más corporal Amorebieta. Encima, cuando Venezuela generaba jugadas la defensa cafetalera reaccionaba lentamente, como confiando demasiado en Zapata y Murillo. Venezuela tuvo 6 remates francos al arco contra 2 de Colombia, pese a que los de Pekerman equilibraron el juego en el 2T. Por eso a los 60’ Salomón Rondón cabeceó en el área una habilitación de Seijas hasta con ciertas licencias, para el horror de Ospina.
Colombia reaccionó con actitud pero sin precisión y comenzó a fusilar a Baroja, adoleciendo de la puntería necesaria y descuidando su última línea. Cichero y Lucena reforzaron la zaga llanera, mientras los cantos de “Colombia, Colombia” derivaban en “sí se puede” y luego en llamadas de atención desesperadas. Llegado el tiempo de adición no hubo más que hacer: la vinotinto se anotó su primera victoria histórica en Copa América frente a Colombia. Después de todo, la copa se juega en un país donde hay buen vino tinto.
