La kryptonita de Messi

De los superhéroes esperamos que siempre terminen salvando al mundo, sabemos que la tarea no es fácil, de hecho es mucho más.
Foto: AP
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De los superhéroes esperamos que siempre terminen salvando al mundo, sabemos que la tarea no es fácil, de hecho es mucho más interesante cuando sufren mucho y están al borde de la derrota; luego con lo último de fuerzas que les quedan terminan sobreponiéndose a la adversidad y salvan el día, el planeta y todos aplaudimos cuando al borde del desmayo le dan un beso a su sufrida novia.

En el deporte y de sus estrellas esperamos lo mismo, que saquen de la galera un pedazo de magia, cambien el rumbo de los partidos y salven el día pues como dijo Vince Lombardi “ganar no es lo más importante, es lo único”. De nuestros héroes deportivos no nos interesa que puedan tener debilidades, la kryptonita no debe ser un problema o en todo caso no es un problema que a nosotros nos importe, aquí de lo que se trata es de ganar y si no se consigue entonces llegará el apocalipsis y los culpables son ellos, el culpable es él, el culpable es D10S, el culpable es Messi. De los obscuros cielos de la derrota llueve el oprobio y caen relámpagos señalando al culpable. Así es esto y más en nuestro hermoso y pasional continente.

Messi se ha despojado este año de toda ambición individual y se ha volcado claramente a buscar la gloria del equipo por encima de todo. Lo demostró en el Barcelona liderando en enero una revolución en el equipo que parecía estancado y que acabo ganando todo lo ganable. Demostrando que la clave no era solo la táctica de Guardiola y que en el campo tampoco rendía solo por lo que Xavi e Iniesta construían. En el primer triplete con el Barcelona y con Pep al mando el equipo jugaba para Messi y ahora con Luis Enrique es Messi que juega para el equipo. Principio y fin del hoy por hoy mejor equipo del mundo. El fin de ciclo se convirtió en una nueva era.

Con la Argentina ha querido de la misma forma ser la bujía que los lleve a un título en mayores, algo que al inicio de la Copa América de Chile él mismo señaló como algo que “esta generación de jugadores se merece”.

Su implicación en el equipo ha sido más fuerte, desde dentro y fuera de la cancha. Solícito en hablar en las conferencias de prensa así como también apareciendo en las zonas mixtas luego de los partidos de Copa América, algo a lo que es reacio en España, donde este año compareció en sala de prensa por primea vez en tres años. En general sus números con Argentina no son tan diferentes que con el Barcelona, ocasiones creadas, dribblings exitosos, disparos al arco, balones recuperados, muy semejantes. La diferencia es la posición en el campo, con Argentina juega más alejado de área rival y ha marcado solo un gol (de penal). En todo caso ese déficit en la definición del crack argentino lo ha resentido la albiceleste, eso y que los otros referentes de área no han respondido a la altura. Con todo la Argentina y Messi han llegado a dos finales consecutivas, que no es poco, y para eso Lio ha tenido una contribución importante que no se puede negar. Pero es en las finales donde aparece la kryptonita y es ahí donde la nave termina naufragando y Messi en modo Superman perece en las manos de Doomsday.

La selección para el genio de Rosario se ha convertido en lo que Roland Garros es para Roger Federer, el “expreso suizo” es probablemente el mejor tenista de la historia, pero solo ha conseguido ganar el Grand Slam francés en una ocasión y luego siempre ha tenido que hincar la rodilla ante Rafal Nadal, su némesis deportivo. El mérito del suizo es que a pesar de su edad lo sigue intentando con la misma ilusión. Es que ser el mejor en algo no te garantiza ganarlo todo siempre, no pasa en los deportes colectivos ni en los individuales, este año en las finales de la NBA LeBron James rompió algunos records impuestos por el mismísimo Michael Jordan, pero al final sus Cavaliers sucumbieron ante los Warriors. LeBron ha perdido cuatro de las seis finales de NBA que ha disputado con mejores y peores compañeros alrededor. Uno hace la diferencia, pero uno no lo hace todo.

Maradona no ganó con Argentina el mundial de 1986 por el “barrilete cósmico”, eso los llevó a la final. Ahí ganaron porque Valdano y Burruchaga no se pusieron nerviosos ante Schumacher. Cuatro años más tarde al Diego lo acompañaron las manos de Goycoechea y ese dribbling con definición de Caniggia ante Brasil en cuartos. En la final del mundial de Brasil Messi, Higuaín y Palacio tuvieron su oportunidad y ante Chile Higuaín también pudo ser héroe y no supo cómo. Es que hasta Superman necesitó de un poco de ayuda de vez en cuando.

No tengo dudas que si Argentina ganaba la Copa América, Messi también se hubiera ganado su quinto Balón de Oro con seis meses de anticipación. En todo caso al de Rosario ese tema le tiene sin cuidado, él quiere títulos colectivos y sobretodo con la Argentina. Lo volverá a intentar, edad y oportunidades tiene para seguir buscando descifrar la forma de romper esa maldición que tiene con la albiceleste. Lo volveremos a ver tratando de evadir la kryptonita y tal vez finalmente salvar la tierra.

@Ernesto70Rojas

 

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