No te serenes tanto

Haedo

La Serena vio esta tarde el mejor partido en lo que va de la Copa América: técnica, lucha, emociones y una remontada de pura vergüenza deportiva. La famosa garra paraguaya no es una verdad de perogrullo sino una verdad comprobable.
Argentina tenía el deber de presentar su candidatura al título y durante 45 minutos no decepcionó. El 1T tuvo un predominio difícil de creer, casi 80% de posesión. La albiceleste se llevó por delante a su rival, que extremó recursos para cuidar su arco. Messi se llevaba marca y esto liberaba a Pastore y al Kun para buscar posibilidades frente al arco de Silva. En defensa Garay y Otamendi parecían bastarse, mientras Roque Santa Cruz y Néstor Haedo Valdez –delanteros de Paraguay– casi eran espectadores y bajaban a marcar ocasionalmente en solidaridad con el equipo. El Kun rompió el cero después de una habilitación magistral de Messi, y Di María fabricó un penal para que Messi se encargara de canjear por gol.
Pero la noche guaraní estaba lejos de caer. En el 2T Messi y cía. no es que se durmieron, pero no esperaban una reacción paraguaya tan completa: Haedo Valdez, primero, con un golazo (remate de media distancia) y Lucas Barrios culminando una jugada preparada, se ocuparon de decirles a los dirigidos por el Tata Martino que no, que la cosa iba a quedar pareja pese al 70% de posesión argentina del balón. Los hombres de Ramón Diaz tiraron de orgullo y brindaron un gran espectáculo. Los albicelestes inquietaron a Silva pero se quedaron con uno solo de los tres puntos que (pensaron que) merecían llevarse. Una vez más, el rojaijú (“te quiero” en guaraní) fue la firma del amor propio.
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