En la apertura de la segunda fecha de grupo “A” Brasil y México empataron sin apertura de marcador en el estadio Castelao de Fortaleza, el portero mexicano Guillermo Ochoa fue la gran figura del partido. La selección local salió silbada del campo de juego y está obligada a ganar en la última fecha.
Los primeros minutos mostraron dos equipos que no vinieron a especular, Brasil dueño del partido con posesión de balón y ganas de abrir el marcador mientras que México mostraba su orden en los dos primeros sectores del campo, a partir del minuto 15, la presión que ejercía el local comenzaba a dar frutos en el ataque pero sin la suficiente claridad, pasaba la mitad de esta etapa y comenzó a aparecer México con un juego menos vistoso pero lo suficientemente claro como para inquietar a Julio Cesar. A minutos de la media hora de cotejo y cuando mejor jugaba el visitante un cabezazo certero de Neymar provocó una gran respuesta de Guillermo Ochoa, la mejor atajada de lo que va de la Copa del Mundo. A falta de cinco minutos para la conclusión de esta etapa José Vázquez tuvo la opción más clara después de encontrar un rebote fuera del área y rematar al palo más lejano de Julio Cesar pero el balón salió desviado, la última chance fue para el local que tras un error defensivo no pudieron definir frente a Ochoa. Con este resultado se fueron al descanso.
La segunda etapa comenzó con México como dueño del partido, presionando, cortando sistemas del juego brasilero y manejando los hilos del medio campo, en los diez primeros minutos tres remates de media distancia avisaron que el equipo visitante tenía con qué abrir el marcador. La primera clara para el local estuvo en los pies de Neymar con un tiro libre que pasó cerca del poste de Ochoa tras cumplir la hora de juego. En el minuto 68 ya con Jo en la cancha Neymar mató un centro con el pecho y definió pero encontró la impecable reacción del portero mexicano. Cuando faltaban cinco minutos otro cabezazo es devuelto por la figura del partido Guillermo Ochoa. Ya en la recta final México manejo muy bien la desesperación brasilera y estuvo muy cerca de abrir el marcador pero sin suerte, con un triste resultado los brasileros se fueron muy reprochados por el público local, mientras que la afición mexicana abandonaba el estadio de Fortaleza con una sonrisa en el rostro.
-LAS CLAVES DEL PARTIDO-
La solidez defensiva: el equipo mexicano mostró desde el primer minuto de juego el orden que caracterizó al equipo de Miguel Herrera desde que asumió como técnico del equipo centroamericano
La falta de un delantero: Ni Fred ni Jo son el delantero que tenía acostumbrado el equipo brasilero, sin ideas ni movimientos para poder generar futbol ofensivo los atacantes que estuvieron en el campo de juego no pudieron anotar.
Falta de confianza: la ofensiva de Brasil sufrió de falta de confianza ante la gigantesca figura de Guillermo Ochoa principal factor para que termine el partido con este resultado
-LA FIGURA-
Guillermo Ochoa, el portero mexicano hasta hoy repudiado por tener la titularidad en su selección fue el principal factor para que el partido concluyera sin apertura del marcador. Cuatro balones con claro destino de red fueron evitados por el “Memo” ante la mirada incrédula de los jugadores y del público local.
-LO BUENO-
Un empate que si bien no tuvo anotaciones, el partido tuvo muchas emociones y también juego vistoso en especial del lado de los mexicanos que sorprendieron a muchos.
La emoción vivida en la previa de este partido, en el momento de la entonación de los himnos hizo derramar a más de uno de los jugadores brasileros lágrimas.
-LO MALO-
El árbitro turco Bahattin Duran mostró por momentos una cierta parcialidad a favor de Brasil en especial en los primeros minutos donde cada balón dividido se cobraba a favor del cuadro local
-GOLES-
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