Arrascaita el jóven veterano que encontró Bolivia

Jaime Arrascaita no es un jugador más, su clase, su talento y sobre todo su templanza lo hacen un jugador distinto desde el día de su debut en la Copa Cine Center.

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Jaime Arrascaita no es un jugador más, su clase, su talento y sobre todo su templanza lo hacen un jugador distinto desde el día de su debut en la Copa Cine Center hasta el día de su debut en Bolivia el elegante jugador boliviano demostró que está para ser un crack.

Un crack con las cinco letras en mayúsculas, porque no sólo es rápido, y técnico, es un jugador con coraje, el fútbol yungueño ha vuelto a regalarle al país una perla como en los tiempos del Chocolatín. Arrascaita ingresó ayer en el segundo tiempo, tocó la primera pelota con toda su calidad y a la segunda la mando la a guardar, un golazo de pierna derecha para decirle al mundo existo y soy Arrascaita.

Bolivia entera lo celebró, es un jugador carismático, la gente, sin importar los colores lo quiere, pero en la cancha el chico tiene un GPS en el cerebro, siempre la entrega bien, nunca la divide, nunca la rifa. Convierte los ladrillos que le llegan en obras de arte al parar el balón como pocos futbolístas en Bolivia lo hacen.

Recibe la pelota y ya tiene la cabeza arriba para saber si encarar en velocidad o entregar el balón a un compañero, si entrega se ofrece como nueva descarga, “este pibe es crack en serio” se escucha a todo aquel que lo ha visto jugar.

Bien dijo Ronald Raldes, no es un jugador 100% formado por Bolívar, si fue un descubrimiento de Oscar Villegas en un amistoso de la pre profesional con su equipo del pueblo en Santa Rosa a sus 17 años. No es lo mismo formar que descubrir, la formación es un proceso que inicia en la niñez. Arrascaita se formó con el inter yungueño, con fútbol de “potrero”, el hallazgo de Bolívar merece un gran aplauso, pero Arrascaita ahora merece más trabajo.

Ayer físicamente se notaba algunos jugadores Ecuatorianos que le sacaban dos cuerpos de diferencia en ancho y dos cabezas en alto, Jaime igual los encaró, igual los marcó con fiereza con fuerza y calidad, si a Jaime se lo trabaja físicamente y también anímicamente para que no haya mareos y no se nos pierda en el camino.

A este hallazgo de oro de Villegas hay que cuidarlo, desde los medios, hasta la dirigencia, para que deje de ser la joven promesa, ya tiene 19 años y si somos inteligentes en breve podemos disfrutar del mejor jugador de fútbol boliviano.

 

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