Capdevila, vivió las dos caras de la moneda en tres meses

Hace sólo tres meses José Sánchez Capdevila viajaba a Warnes con las maletas listas, necesitaba empatar para ser campeón e irse con una feliz vacación con su familia a España. En aquel 21 de diciembre de 2016, Capde no imaginaba cambiar de de equipo, era casi todo perfecto en Bolívar.
Foto: Rolando Robles / El Día
Foto: Rolando Robles / El Día

Hace sólo tres meses José Sánchez Capdevila viajaba a Warnes con las maletas listas, necesitaba empatar para ser campeón e irse con una feliz vacación con su familia a España. En aquel 21 de diciembre de 2016, Capde no imaginaba cambiar de de equipo, era casi todo perfecto en Bolívar.

Tres meses después todo dio un giro, Bolívar no sólo no pudo ser campeón en ese torneo, el ibérico como todos los demás futbolistas de Bolívar y el Tigre, no pudieron pasar las fiestas con sus seres amados, se quedaron a jugar la final, que la perdió y sufrió con la Academia. Pero además le puso fin a su ciclo con jugador Celeste.

El nuevo rumbo del español estaba en Warnes, allá donde quizás tuvo la experiencia más amarga de su estadía en Bolivia, ya con otros objetivos, otros compañeros, y sobre todo, otro rol futbolístico en el campo, jugó ante su ex equipo, hace poquito, no fue en el Samuel Vaca, fue en el Tahuichi. Se hizo líder del Toro, anotó un gol, esa -fotísima ley del ex- asistió en otro, y fue la figura, para repetir el marcador de aquel fatídico 21/12 para los Celestes, Sport Boys ganó 3 a 2, como hace tres meses, pero ahora Capdevila festejó, brilló, y sin duda, tendrá un largo feriado tranquilo, con su familia y en su nueva casa.

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