Copa, vuelta, y la fiesta que merecía tener Bolívar

La Academia logró armar su fiesta, con un Hernando Siles explotando de gente, con un triunfo, y como lo quería la Academia, salió todo a la perfección en la noche Celeste.
Foto: Agencia Marka Registrada
Foto: Agencia Marka Registrada

La Academia logró armar su fiesta, con un Hernando Siles explotando de gente, con un triunfo, y como lo quería la Academia, salió todo a la perfección en la noche Celeste.

En la previa un concierto de Octavia, que acompañaba el ambiente que esperaba la llegada del campeón. Luego se encendió el cielo. Fuegos artificiales al rededor del estadio iluminaron la noche, la Academia salió con su plantilla completa al Siles, acompañados de sus familias y rodeados de su gente.

Se entonó el himno de Bolivia, todo un mensaje, como campeón nacional. Luego se jugó el partido. Bolívar puso un equipo distinto, era para que comiencen los homenajes. Walter Flores y Nelson Cabrera jugaron su último partido en Bolívar. Ronnie Fenández ingresó al grito de “Chileno, chileno”, tambiéñ se despidió de su gente.

El resto fue fiesta, soundtracks de la vida bolivarista, hasta que comenzó a sonar el “Dale Campeón, Dale Campeón, Dale Campeón”. Ahí Maldonado cobró el penal, Nelson le puso la cereza a la torta, como buen postre de una gran fiesta, tuvo repetición. Bolívar ganó, sumó 50 puntos, recibió la Copa, dio la vuelta, y se dio el gusto de celebrar, como se merece el equipo más ganador en la historia del fútbol de Bolivia, a lo grande.

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