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MOSCÚ. Cuando uno comienza una cobertura como estas, que nosotros las catalogamos como Clase A, es muy importante saber cómo, cuándo, y dónde nos vamos a mover, al menos es mi caso, quizás por mi lado cuadrado de ingeniero, no puedo dejar el plan de acción de lado.
Pero eso es algo que sirve y mucho, sucede que muchos de ustedes creen que por llevar la credencial en el cuello, uno tiene via libre para entrar donde quiera, y la verdad que no es así, uno debe ir habilitándose espacios con anterioridad y FIFA debe ir aprobándo los mismos con criterios algo difusos, aunque de a poco vamos entendiendo cómo es la lógica de FIFA para las asignaciones.
Sucede que muchas semanas antes de iniciar la cobertura, debemos avisar, cuáles serán nuestros partidos, FIFA luego los aprueba o no, y entonces, cuando uno solicita accesos y luego no los utiliza va perdiendo crédito ante los agentes de FIFA. No fue nuestro caso, son pocos los medios latinos que tuvimos el privilegio de estar en diez juegos, gran parte de ellos en Moscú, y cumpliendo a la cabalidad el plan inicial, que sólo contemplaba dos salidas a Niznhy ¿casual?, ¡no!
La coyuntura obliga a movernos, la comodidad nos invitaba a quedarnos en Moscú, pero todo dio un giro, en octavos nos vamos a la tercera sede por conocer que será Kazan, allá FIFA ya nos habilitó el acceso al Francia – Argentina; Al volver pararemos en Niznhy Novgorod (nuevamente), allá estaremos en el duelo europeo de Croacia y Dinamarca, a modo de tener más accesos -ergo, más crédito- y finalmente, esperamos el último OK de FIFA, cerraremos los octavos en el Colombia – Inglaterra, en Spartak si todo va bien.
Luego seguimos planeando ya teníamos que ver qué hacer en cuartos, y de nuevo, todos los caminos apuntan al regreso a Niznhy, allá ya armamos la logística porque está imposible conseguir trenes gratuítos de FIFA -todos llenos; los trenes pagos, casi sin espacios. Sucede que allá se puede dar un duelo que el mundo espera: Cristiano vs Messi; o Francia vs Uruguay, o cualquier otra combinación de partidos, es señal de partidazo. Con eso Niznhy será la sede donde más nos obligó a ir el fútbol -a parte de Moscú, claro- y fue la única sede que estudiamos en la previa, el plan funcionó a la perfección. ¡Ahora comienza lo bueno!
