Wilstermann está obligado a volcar la página y seguir cumpliendo sus deberes: ganar en Cochabamba y pescar algunos resultados fuera. Aunque ahora, depende de los tropiezos del líder Bolívar y del segundo San José, para no cerrar un torneo con un gran equipo, con una costosa plantilla y con un nuevo fracaso.
Y es que el sablazo del pasado miércoles fue tan profundo que no sólo evitó la captura del primer peldaño a los aviadores (25 puntos), sino que catapultó a Bolívar (28) hasta la punta en solitario con todas sus consecuencias. Entre ellas, esperar que algún rival complique en La Paz a la Academia, o que algún dueño de casa derrote a un equipo que en la primera rueda se hizo casi invencible.
Por si fuese poco, los aviadores deben apostar sus fichas en un tropiezo de San José, que parece algo más probable, porque este fin de semana debe visitar a The Strongest y el 8 de diciembre al mismo Bolívar.
Además, debe recibir a Wilstermann dentro de dos semanas, en un nuevo duelo que puede valer doble.
Pero, antes de calcular los aviadores deben enfrentar este domingo a un Aurora herido y siempre motivado cuando se trata del clásico. Su tarea será difícil y la obligación nuevamente apunta a una victoria.
Jugadores y cuerpo técnico señalaron, tras su retorno a Cochabamba este jueves, que la ilusión continúa pues aún resta mucho torneo por delante. Sin embargo, también reconocieron que cada vez el tiempo es más corto.
Y aunque no lo reconocieron explícitamente, en el fondo saben que el partido de este fin de semana será casi definitivo para marcar el rumbo y calcular el desenlace del torneo Apertura para Wilster.
Fuente: Opinión
