Faltaba poco para la conclusión del partido. El Tigre estaba abajo en el marcador y, tras una mala salida del arquero Cousillas, uno de sus jugadores conectó un centro con la cabeza. ¿Qué pasó después? Con arco desguarnecido, Amilcar Sánchez se jugó la vida para evitar el gol atigrado. Pero, en la repetición televisiva, se vio que la pelota ya había cruzado la línea de meta cuando la despejó. Era gol de The Strongest.
En ese momento, todos los integrantes del banco atigrado, incluidos los miembros del cuerpo técnico de César Farías, se fueron sobre el juez de línea por ese sector, Edil Gareca, para exigir que se convalide el tanto. Pero no hubo caso. La decisión ya estaba tomada.
Después del partido, César Farías elogió a Aurora –que, según sus palabras, supo usar sus herramientas para llevarse los tres puntos del Hernando Siles– y evitó hablar del arbitraje: se limitó a decir que la terna era muy joven para dirigir un partido de tanta magnitud.
El Tigre buscará dar vuelta la página rápidamente y enfocarse en el partido del próximo miércoles en Sucre, contra Universitario, sabiendo que su margen de error se redujo considerablemente. Después, ya en la recta final del torneo, recibirá a Sport Boys, visitará a Nacional Potosí y cerrará recibiendo a Blooming.
–LA JUGADA DE LA POLÉMICA–
Era gol de The Strongest y ni el árbitro ni el asistente lo vieron. Es el nivel que tenemos. En el primer tiempo no cobró un claro penal a favor de Aurora y en el segundo se devoraron este gol. pic.twitter.com/O2brqxMe1R
— Hans Villarroel (@ashavf) 2 de diciembre de 2018
