Pékerman presidente

Luego del triunfo colombiano en su debut, los invitamos a conocer un poco más a su seleccionador y su idea futbolística.

Pékerman presidente

Foto: fifa.com

Hoy domingo 15 de junio de 2014, al margen del mundial, se celebra la segunda vuelta de las Elecciones Presidenciales en el vecino país de Colombia dentro de las cuáles los hermanos cafeteros deberán escoger entre Óscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos como su presidente por los próximos cuatro años. Sin embargo, ni el uno ni el otro gozan de una excesiva popularidad en su país como lo hace un extranjero: el argentino José Néstor Pékerman. Y como aquí hablamos de fútbol, luego del debut colombiano con victoria ayer por la tarde, creemos que es importante dar relevancia a la tarea del seleccionador.

A comienzos del año 2012, luego de haber fracasado en la Copa América de Argentina 2011, de verse metidos en un lío gordo con Hernán “Bolillo” Gómez y de no estar convencidos por el trabajo de Leonel Álvarez, los dirigentes de la selección de Colombia deciden apostar por dar el mando a José Pékerman. El argentino volvería a dirigir una selección nacional luego de seis años. Había dejado el cargo de la selección Argentina luego de verse eliminado en el mundial de Alemania 2006 por la tanda de penales ante el anfitrión en los malditos Cuartos de final para la albiceleste.

Es conocido ya mundialmente el buen trabajo de formación que hizo durante largos años Pékerman en las categorías inferiores de las diferentes selecciones argentinas. Llegó a ganar tres mundiales juveniles, pero más allá de los títulos, su gran logro fue el de formar grandes futbolistas que brillarían luego por toda Europa además de instaurar una identidad y un patrón de juego para que luego la transición hacia la selección mayor sea más natural.

Sin embargo, José no había trabajado aún en ningún otro seleccionado nacional y cierta gente sembraba las dudas sobre su conocimiento del fútbol colombiano y si un entrenador extranjero podría dirigir su selección nacional. Por lo general, los cafeteros tenían la costumbre de ver un seleccionador colombiano en sus banquillos.

Nada más alejado de la realidad, Pékerman disipó rápidamente todas las dudas. Se puso el chándal y a trabajar muy seriamente. Se encontró con una generación de futbolistas llena de talento, posiblemente la más talentosa de la historia del fútbol colombiano. Comparable a la de los años 1990 y capaz de superarla. Sin embargo, estos futbolistas se encontraban perdidos, sin rumbo. La selección no estaba dotada de una identidad de juego y todo ese talento era un diamante en bruto. Necesitaba ser convertido en una joya y fue Pékerman el que se propuso para lograr ese cometido. La tarea no pintaba fácil ya que el futbolista colombiano carece de una formación netamente profesional como se podría ver en Europa. El talento está ahí pero por muchos años (dieciséis en concreto), el fútbol cafetero estuvo navegando sin rumbo hasta poder volver a encontrarse en el mapa de nuevo.

Una serie de resultados positivos desde el principio fue lo que dieron legitimidad al seleccionador para poder llevar su proyecto adelante. Victorias contundentes tanto de local como de visitante, hicieron que el entrenador pueda trabajar con tranquilidad. De ahí en más, fue implantando sus ideas y cimentando sus conceptos dentro de una selección que estaba siendo inyectada de un gen competitivo y un hambre de victoria inconmensurables. Resultados clave como el 4-0 endosado a Uruguay, la victoria por 1-3 en Santiago de Chile o el empate ante Brasil en un amistoso disputado en Estados Unidos asentaron el proyecto y demostraron a los futbolistas colombianos que no tenían por qué tenerle miedo a ninguna selección, que pueden competir ante quien sea. La selección colombiana terminó clasificando a Brasil 2014 en un cómodo segundo puesto sólo detrás de Argentina y forma parte del top 10 del ranking FIFA hace ya un tiempo. Eso le dio el honor de ser cabeza de serie en este mundial.

Pékerman, además de haber dotado a la selección de identidad de juego y gen competitivo tiene mucha experiencia y un gran conocimiento de fútbol. Tiene su idea de juego pero además es adaptativo a las características del grupo humano con el que se encuentra. Por eso Pékerman quiso aprovechar la calidad técnica con la que se encontró y basa su juego en una propuesta a través del balón. Cuando Colombia juega sin balón no se la ve cómoda en el terreno de juego. Esto implica que el equipo tenga que buscar ser protagonista en los encuentros, peso con el que han podido cargar los jugadores de este plantel, sobretodo el superlativo James Rodríguez que maneja el balón y los tiempos como pocos.

Esta idea de juego se plasma la mayor parte del tiempo con un 4-4-2 sobre el terreno de juego, sistema de juego que vimos en el debut de los cafeteros que luego fue cambiando con el correr de los minutos. El equipo base al acabar la fase de Eliminatorias era el siguiente: Ospina; Zuñiga, Perea, Yepes, Armero; Abel Aguilar, Sánchez; Macnelly, James; Teófilo y Falcao. Hoy por hoy, Pékerman ha decidido dejar fuera del mundial a Macnelly Torres que ya venía siendo cuestionado. Además Luis Amaranto Perea y Radamel Falcao se quedaron fuera de la cita mundialista por lesión. El único puesto seguro era el que ocuparía Juan Cuadrado en detrimento de Macnelly. Los reemplazos de Perea y Falcao eran una incógnita que Pékerman reveló ayer.

Colombia formó con: Ospina; Zuñiga, Zapata, Yepes, Armero; Abel Aguilar, Sánchez; Cuadrado, James; Teófilo e Ibarbo. La sorpresa era sobre todo ver a Ibarbo en el once ya que no es un “9” puro como Falcao del cual el reemplazante natural se presumía saldría entre Jackson, Bacca y Adrián Ramos. El seleccionador utilizó este sistema para dar mucha movilidad en ataque a los cuatro futbolistas más adelantados y dejar las bandas para Armero y Zuñiga, los laterales. La tendencia de los interiores era distinta. La de James ir más hacia el medio y ser un enganche y la de Cuadrado caer en banda y combinar con Zuñiga. Los atacantes si tenían total libertad y dejaban sin referencia a los centrales griegos. Aunque Ibarbo tenía algunas obligaciones defensivas.

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Luego de encontrarse con un gol tempranero, Pékerman optó por dejar la iniciativa al rival. Buena lectura ya que los helenos son un conjunto al que le cuesta crear fútbol y tener la iniciativa en un partido, cosa que seguramente el argentino tenía muy bien estudiado. En fase defensiva, Colombia pasaba a formar un 4-2-3-1 con James parándose como enganche e Ibarbo cayendo a banda izquierda. Eso permitía a Colombia cubrirse mejor en bandas e intentar salir por las mismas a la contra.

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El problema fue que Colombia en un momento dado se encontró muy atrás en el partido. Esto hizo que Pékerman tenga que volver al 4-4-2 para intentar tener más el balón y adelantar posiciones en el campo. Corrigió posiciones el seleccionador y luego a través de los cambios desde el minuto 69. Identificó el problema en la salida de balón del doble pivote Aguilar-Sánchez y dio ingreso a Alexander Mejía en lugar de Aguilar ya que tiene mejor salida de balón. Enseguida, hizo un segundo cambio para corregir las fallas defensivas de Armero. Le comieron la espalda durante muchos momentos del partido y fue la principal vía de peligro de Grecia. Ingresó Arias en su lugar, con más oficio en defensa y buena temporada en el PSV, dejando las subidas a la banda de Zuñiga en prioridad. Finalmente, el último cambio fue en favor de Jackson Martínez que ingresó en lugar de Teófilo. Así Pékerman tuvo, por 15 minutos una referencia en ataque que hacía retroceder a los centrales y no dejaba achicar líneas al conjunto griego. Terminó jugando con su clásico 4-4-2 Colombia, con un atacante de referencia como lo es Jackson, suplantando al lesionado Falcao.

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A pesar de no haber sido un partido brillante ni mucho menos (Colombia los tuvo mucho mejores en fase de Eliminatorias), el conjunto cafetero fue un equipo muy serio la tarde de ayer. Tuvo oficio, identificó qué hacer según el momento del partido lo solicitaba y mucho de eso es gracias al buen trabajo realizado por Pékerman y su cuerpo técnico. El argentino hizo una lectura más que correcta del partido e hizo los movimientos tácticos que éste pedía para acabar sufriendo poco en el partido. Grecia asustó sólo por unos minutos antes que Teófilo marque el segundo gol y en una acción aislada que pegó en el larguero de la valla defendida por Ospina justo después.

Por esto y muchas cosas más, Pékerman es un hombre importantísimo en el país hermano de Colombia. Ya es un ídolo a nivel nacional y hasta ha adquirido la nacionalidad. Hoy muchos colombianos acuden a la urnas para votar a su próximo mandatario y no me extrañaría que en muchas papeletas encontremos escrito: ¡Pékerman presidente!

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