A pocos días de cumplirse un mes de la tragedia que involucró a la mayoría del plantel de Chapecoense en territorio colombiano, se conocieron confirmaciones acerca del estado del avión de LaMia, que tenía a bordo a 77 personas, de las cuales fallecieron 71.
Fredy Bonilla, secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil de Colombia, reveló las conversaciones entre piloto y copiloto, las cuales delatan las condiciones en la que se produjo el vuelo. “Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente. (El piloto) decide ingresar a Bogotá pero más adelante cambia la decisión y se va directo hasta Rionegro (donde se encuentra el aeropuerto José María Córdova de Medellín)”, contó Bonilla.
En la misma línea, agregó: “Debía tener una hora y 30 minutos más (de combustible) que el tiempo de vuelo en forma estándar en cuanto a su autonomía de vuelo. La aeronave contenía un peso superior al permitido por manuales, lo cual es otro hallazgo que encontramos dentro de la investigación del despacho de la aeronave”.
El informe revela que “el peso real del despegue era 42.148 kilos; significa que estaba sobre su peso máximo de 41.800 kilos”. Ante este panorama, el secretario afirmó que el avión “despegó con 500 kilos más sobre su peso máximo permitido. Sin embargo, ese hallazgo no es un factor prioritario para el accidente como tal”, agregó.