SEATTLE. El árbitro del partido Chile – Bolivia sigue haciendo ruido en los medios del mundo. Incluso los medios chilenos hicieron foco en el mal arbitraje y en las reacciones luego del bochornoso final en Foxborough: Jair Marruffo se ha convertido en una especie de tiro al blanco de todos.
Medios aseguran que será investigado, otros hablan del pedido de castigo de Bolivia, y por último, los que más lo conocen, nos cuentan sus nefastos antecedentes. Jair Marrufo es un polémico árbitro de Concacaf, trabaja en la MLS y viene de una familia ligada al arbitraje. Su papá, mexicano, fue árbitro en su país y ahora es parte de una de las principales comisiones de arbitraje en Centroamérica.
La primera vez que sonó por una mala decisión, fue en 2009. Ese día –según informa Goal.com– Columbus Crew y Chicago Fire empataron a dos, pero el partido tuvo muchos errores que favorecieron al Fire, equipo donde militaba el histórico jugador mexicano Cuauhtemoc Blanco, a quien el juez solicitó, ante la vista de todos, el uniforme, al ser uno de los más grandes ídolos del fútbol donde creció. Ese juego le valió su primera sanción como juez profesional.
Marrufo, que desde 2007 es árbitro FIFA, tiene 9 años de carrera, y a la sanción conocida por jugar a ser hincha, además del error que cometió por un mal desempeño, se le puede sumar que la Federación de Costa Rica lo tiene vetado. El juez no puede volver a pitar al seleccionado Tico desde 2015. En Concacaf existe una nota que la Federación de Costa Rica hace valer cada que el señor queda designado, y es que los constantes errores del juez –que los vimos en el Gillette Stadium– son algo repetitivos, ya desde aquella edición de la Copa de Oro.
