María Fernanda Álvarez decidió dar un paso al costa, una lesión aguda y persistente en la muñeca la obligó a tomar esa decisión con sólo 26 años pero con una larga carrera que la llevó a puro esfuerzo a ser la mejor jugadora ranqueada del tenis para Bolivia.
La Fed Cup que se realizó en Santa Cruz el pasado mes de febrero fue la última vez que Nanda representó al país, con su aporte –fundamental- Bolivia mantuvo por segundo año consecutivo la categoría en el Grupo I de la Zona Americana y tras recuperar muchos puestos en el ranking en su lucha interna por superar la lesión tuvo un año complicado pero parecía superar los problemas físicos, eso no sucedió y la decisión de la tenista cruceña deja al tenis femenino en el país sin su mayor exponente.
En sus casi 15 años de carrera, la boliviana llegó a estar entre las mejores 200 tenistas del mundo, ganó más de 30 torneos oficiales de la ITF de los cuales más de diez fueron en modalidad de singles que es todo un número para un tenista que desarrolla su carrera con apoyo de su familia y con casi todo el esfuerzo económico de los padres únicamente. Cómo nos dijo alguna vez Álvaro Guzman presidente de la Federación Boliviana de Tenis, son ellos, los padres de familia el principal sponsor de los jugadores bolivianos, por eso el agradecimiento de Nanda a su familia: “Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de mi familia”, dijo Nanda.
“Amo lo que hago, soy una apasionada por este deporte y me rompe el corazón tener que tomar esta decisión. Pero voy a seguir en las canchas de alguna y otra manera”, le confesó a Late! la mejor tenista que tuvo Bolivia.
