Que sea un punto de inicio, como en el 93

El bus de la Selección sorprendió a todos cuando en lugar de girar al estacionamiento del estadio se fue-

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Foto: Late!

El bus de la Selección sorprendió a todos cuando en lugar de girar al estacionamiento del estadio se fue para el sector de la curva norte, nadie esperaba que Bolivia use la puerta cercana a la puerta de la Norte del Hernando Siles, allá se fue el bus, Baldivieso, su equipo de trabajo, los jugadores, bajaron y se metieron al vestuario número tres.

Cosas distintas para comenzar la tarde, Bolivia decidió cambiar su suerte con un cambio de vestuario, aquel que fue la fortaleza de la Selección de 1993 fue también esta tarde la fortaleza del equipo. Mensajes de motivación en el camino hacían que el equipo se vaya metiendo al duelo con la mística que busca Baldivieso.

“Si queríamos cambiar el ambiente, además aquella gloriosa Selección del 93 estaba en este vestuario”, dijo el DT cochabambino al ser consultado de su elección. Julio se adueñó de la casamata que antes fue de Azkargorta, Borja, Cristaldo y Torrico en el campo. Eso sí, hubo un apellido repetido en cancha, Ramallo; No era William, era su hijo Rodrigo, que en un debut soñado anotó dos goles en el Siles para una tarde esperada y añorada. En el banco de suplentes, otro nombre del recuerdo, Erwin Sánchez.

Fue una tarde para que suene el Viva Mi Patria Bolivia y la gente vuelva a bailar en las tribunas, donde estaba hasta el Conejo Ricky con una bandera en la Sur -como en el 93- que Venezuela sea el punto de partida para esta Selección.

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